¿Por qué no fomentamos la escritura? Entendemos que para la creación escritora hace falta una estructura cultural que conecte no solo nuestros conocimientos, sino también nuestras experiencias. Y seguramente pensamos que es complicado, que no van a tener ganas, que no les resultará interesante, que si no se divierten no les gustará o cualquier otra excusa tan absurda como pensar que no sabrán hacerlo. Esto puede ser cierto pero creo que una vez más, y es una percepción personal, infravaloramos a las niñas y niños, por no decir también a los adolescentes y jóvenes.
Estando totalmente de acuerdo con el filósofo, una biblioteca solo puede mejorar si tiene un jardín, por pequeño que sea. Son espacios frescos, tranquilos pero llenos de posibilidades, espacios que te conectan con la naturaleza y contigo mismo. Y si bueno es que tu lectura tenga de fondo un rincón lleno de verde vida, no lo es menos tener una biblioteca llena de colecciones de libros, tratados, manuales, láminas, revistas… que muestran y enseñan todo lo inimaginable que hay documentado sobre ese mundo tan maravilloso de las plantas. Imagina una biblioteca que reúna las dos condiciones, aquella de Cicerón como secreto de la felicidad y la que yo te he descrito. ¿Y si te digo que esa biblioteca existe? No lo imagines, entra en el espectacular mundo de la Biblioteca del Real Jardín Botánico.
Pensamos que la lectura es solo un acto interior, individual y silencioso pero no es así o no tiene por qué ser así. Si vencemos el terror escénico y leemos en voz alta, todas las palabras, eso que llamamos lenguaje cobra un nuevo sentido. La lectura en voz alta nos puede proporcionar momentos inolvidables, tanto si leemos para nosotros mismos como si leemos para un público adulto, juvenil o infantil.
Si hay que insistir el 28 de enero, se insiste, pero lo digo desde ya: las bibliotecas móviles son TODO lo que una biblioteca debe ser: Visibles: porque si algo quieres que se vea, ponlo en todo el centro. Ahí por donde todo el mundo[…]
Fui punto en multitud por donde fui nadie me detectó y así aprendí. Cuando creí colmada la tarea volví mi corazón a Casiopea. | Silvio Rodríguez Te prometí que volvería este viernes para comentarte lo que voy leyendo de “Constelaciones”, de Quim Torres. He leído[…]
Ciertamente, por más vueltas que le demos a una biblioteca o librería, tarde o temprano llega la hora de la verdad, ese momento en el que tienes varias opciones en la mano y debes elegir. ¿Y ahora qué?
Repasando la actividad que han tenido las editoriales de LIJ durante todo este año, nos ponemos al día con una selección de cuentos perfecta para leerte el verano entero.
Johannes Amos Comenius revolucionó la forma de transmitir las ideas y conceptos que se enseñaban a los niños. Él propuso un mundo en imágenes para los libros infantiles.
La vida está llena de giros que suceden de forma inesperada y consideramos positivos. A raíz de esto yo pregunto, ¿no nos cambian, de verdad, los libros que leemos?
Más juego e improvisación es lo que necesitamos todos, en general, así que está decidido: los viernes voy a dedicarlos a jugar, a divertirme escribiendo poemas, cuentecillos, frases, palabras inventadas, raras o ideas absurdas.