Imagina que abres un libro y la estancia se llena de verde, de pronto el olor a azahar estalla a tu alrededor y se mezcla con la savia de grandes robles. El espacio se va llenando de puntos de colores que abren sus cuerpos en pétalos pequeños dejando una lectura que avanza hacia un reino vivo.
En el abrumador reino de Maurice Sendak, la aparente simplicidad de sus relatos se convierte en la puerta hacia la complejidad de la experiencia humana. En particular, el álbum del que quiero hablarte, presenta un mundo donde la apatía de un niño se convierte en el catalizador de nuestra conciencia.
Para conocer el valor de la poesía solo hace falta leer un poema. Con un solo poema es suficiente para responderse infinidad de preguntas, hacerse otras tantas nuevas, sentir que siempre hay palabras para tus pensamientos por muy intrincados que sean.
No suelo hacer balances, no suelo hacer propósitos y cuando los hago nunca los cumplo. Será rebeldía inconsciente o sencillamente que el pasar de los días me lleva hacia otros objetivos, otros tiempos y nunca me acuerdo de ponerme excusas. Estas líneas que escribo son mis propósitos para este 2024, así sin orden ni concierto.
Si dedicase un momento a pensar cuál es el primer recuerdo que tengo acerca de la poesía tendría que desistir del intento porque sería incapaz de saber con exactitud, de lo que sí estoy segura totalmente es que ese recuerdo iría unido, como tatuaje, al nombre de Gloria Fuertes.
Vamos a hablar de las brillantes ideas, de personalidades, de inteligencias, de autoconocimiento y si todo esto te parece interesante espera a leer el álbum completo. Te doy la bienvenida a: Ese robot soy yo, de Shinsuke Yoshitake, publicado por Libros del Zorro Rojo. Si nos adentramos en la singular obra de Shinsuke Yoshitake, descubriremos un autor con gran maestría para combinar ingenio, humor y ternura en sus obras.
Es posible que pases por alto una fecha interesante. Tal día como hoy pero de 2014, se estrenaba en España la película Interstellar, de Christopher Nolan. Tanto si te gusta como si la aborreces, la verdad es que es una película que puede dar para largo rato de debates y reflexiones a la vez que puede ser una película que te entretenga, te flipe visualmente y a otra cosa mariposa. Para mí puede tener esas dos vertientes maravillosamente posibles. Y si te estás preguntando qué diantres tiene que ver todo esto con la lectura, pues a ver, la respuesta es: todo.
Hoy, te escribo para abordar un tema sobre el que han hablado y hablado filósofos, artistas, escritores y hasta tertulianos durante generaciones: el absurdo, la noción del «sin sentido» que a menudo se cuela en las páginas de los cuentos infantiles.
Leemos, leemos y leemos. A veces incluso descubrimos y solo por esa posibilidad ya merece la pena. Como cualquier género literario, la poesía esconde secretos repletos de significado y emoción. A simple vista, son palabras bellamente entrelazadas, pero bajo la superficie hay todo un submundo esperando ser encontrado. No es (ni más ni menos) que encontrarnos con nosotros mismos y si alguien puede atreverse a este viaje, sin duda, son los jóvenes. ¿Se puede ser joven y buscar los secretos de la poesía en el mundo actual?
Hervé Tullet es un autor e ilustrador francés, de los más conocidos y reconocibles de cuantos hay en este mundo infantil. Desde que era joven mostró un interés apasionado por el arte y la creatividad, lo que eventualmente le llevó a convertirse en un autor de literatura infantil influyente por su carismática personalidad y propuesta artística. Te lo cuento.