Nunca he visto a nadie tan inadaptado adaptarse tan bien. A su manera.
Johnny Depp
Si nadie contara los cuentos que comienzan justo cuando acaban los cuentos, nuestra mente quedaría huérfana de vidas paralelas a la nuestra. La vida después de la vida, la realidad posible que comienza a latir después de nuestra experiencia, si nadie nos hiciera soñar despiertos como lo hace Tim Burton seríamos la especie más aburrida y equivocada del Universo.
Los retratos surrealistas de Tim Burton, el negro más colorido y la rareza hecha fiesta se juntan en este libro para celebrar que todo puede volver a empezar (o no) cuando se da por perdido.
La melancólica muerte de Chico Ostra llegó a nuestro panorama literario en 1999, de la mano de Anagrama. Por supuesto, su aparición pública fue anterior (1997) con una edición del sello Harper Collins, bajo el título The Melancholy Death of Oyster Boy & Other Stories. Un libro para despertarnos al mundo de seres extraños, deprimidos, absurdos y relegados de la sociedad. Llega justo para cuestionarnos los aspectos más vulgares de la vida: «lo normal», «lo correcto», «lo bello», «lo justo».
Este libro recoge varios pequeños relatos en verso, casualmente riman para darle una melodía escalofriante a la lectura. Pero no tienen que rimar a fuerza de ser líricos, todo fluye a saltos en la trama de estos cuentos en verso; como sus protagonistas, personajes a medias, o de proporciones desmedidas. Tim Burton nos cuenta, incluso ilustra él mismo, las dichas y desdichas de estos personajes trágicos pero sin dramatismo, como si sacarse los ojos, literalmente, fuera un acto de liberación.
El hilo argumental de esta «muerte de Chico Ostra» son existencias imposibles en nuestro mundo, que comienzan cuando cierras los ojos y notas los parecidos razonables con la realidad. Porque toda melancólica muerte, en este libro, es trágicamente cierta en el mundo real.
La fantasía de Tim Burton se mezcla con el terror de Edgar A. Poe (como en su filmografía entera). Leer La melancólica muerte de Chico Ostra es como ver varias películas de este autor, una detrás de otra; como volver a ver Eduardo manostijeras y poner tu mundo del revés. Aún recuerdo el impacto que esa película tuvo en mí, en una niña que sumaba apenas seis años, donde mi imaginación era la protagonista, donde los personajes que tenía en mi cabeza no sólo eran posibles sino que además, ¡eran los buenos!
Admitámoslo, los personajes de Tim Burton son muy reales en la cabeza de cualquier niño, niña, joven o adulto que no haya perdido la capacidad de mirar más allá, de saber o intuir que hay mucho más detrás de lo que dicen que es feo o extraño.
Lady alfiletero Para Lady Alfiletero, ay, la vida es un coñazo. Siempre que quiere poner sobre su trono el trasero un puntiagudo alfiler se ensarta más en su bazo. — The Pin Cushion Queen Life isn’t easy for the Pin Cushion Queen. When she sits on her throne pins push through her spleen.
No pueden ser más contundentes sus poemas, ¿quién no ha sentido alguna vez estar atravesado con cientos de alfileres? Con facilidad y con un lenguaje distendido, Burton nos coloca la mirada en aquellas personas, acaso nosotros mismos, que por fuera tienen el título de «reinas» con trono incluido pero en el fondo se encuentran llenos de punzadas, personas que no pueden ni sentarse porque, si quieren estar cómodas les va a doler. ¿Quién no se ha sentido preso del dolor? Además, el autor podría haber colocado al dolor en el corazón, como casi cualquier poeta haría… él lo hace en el bazo. Para nuestro deleite, la edición de Anagrama incluye los poemas en el idioma original.
Mi buen trabajo el del traductor, Francisco Segovia, por hacer que cada poema no pierda esencia, no pierda su rima y no pierda el ritmo.
Ellos, los libres
Este libro daría para cualquier tipo de debate literario, filosófico o creativo. No sólo nos mete en un mundo de figuras absurdas, capaces de sentir como tú y como yo (incluso más), abre un abanico entero de sentimientos donde el desprecio de los que son, o creen ser normales, deja paso a la brillantez de lo raro, lo feo, lo que se sale fuera de toda lógica.
Esos personajes: los libres, son los que melancólicamente van muriendo ante nuestros ojos para resucitar en nuestro imaginario. Para el lector, los buenos son ellos. Es un hecho, el protagonista de cada relato o poema es digno de admiración, el ejemplo a seguir.
A partir de Chico Ostra, de Chico Robot, a partir de Desperdicia o de Chico Momia, cada lector busca su propia rareza: ¿en qué me parezco a ellos?, ¿alguna vez soy «el chico o la chica rara»?, ¿quiero pero no puedo adaptarme a mi entorno?, ¿tengo que ser quien no soy para que me admitan?
Todas esas cuestiones llegan a la mente de quien lee este libro. Sólo por eso, merece el buen rato de lectura que te va a regalar.
Perfecto para hablar sobre la libertad, la aceptación personal o la delgada línea que separa el bien del mal. Un libro que recomiendo para cualquier adulto o joven, maravilloso para grupos de lectura juveniles que se organicen en bibliotecas, en colegios, librerías o en familia.
Un título que, a pesar del tiempo, no pasa de moda, su mensaje sigue vigente y su lectura sigue siendo necesaria. Puedo leer mil títulos más pero jamás he encontrado ningún libro como este de Tim Burton, es único en su especie, un rara avis que, como su elenco de personajes, se hace fuerte en esa circunstancia.
Nos vemos en la página siguiente.
¿Quieres más lecturas?
- SALISBURY, MARK, (1998): Tim Burton por Tim Burton. Barcelona, editorial Alba. 472 p.
- FIGUERO, JAVIER (2012): Los inadaptados de Tim Burton. Madrid, editorial Encuentro. 296 p.
- POE, EDGAR A. (2012): Cuentos de muerte y demencia Madrid, editorial Nórdica Libros. 160 p.