Los errores siempre originan algún descubrimiento.
James Joyce
¿Quién distingue lo que es una consecuencia ineludible de un acontecimiento por puro azar? ¿Acaso el azar no está provisto de sus propias “triquiñuelas”? Este cuento llega al bombín para hacerme reflexionar (y si tú te unes, no estaré sola) sobre las millones de veces que me equivoco y me descubro de nuevo.
AZAR
Esta reflexión me lleva a confesarte que estoy repleta de actos que hago sin pensar, de forma natural, rutinas que tengo día tras día y que no modifico ni un ápice bajo ningún concepto. ¿Te pasa? El ejemplo más bobo es el camino de ida al trabajo, me doy cuenta de que al llegar a un punto concreto del trayecto cruzo de acera. ¿Por qué? NI IDEA. Podría seguir y cruzar más adelante porque la calle es larga, recta y no tengo que girar a la derecha hasta el final. Por la razón que sea, cruzo a la acera de enfrente nada más pasar el colegio que está detrás de mi casa.
Lo cierto es que el día que decidí no cruzar y quedarme en ese lado, descubrí algo divertido en una de las puertas que dan a la calle. Esa mañana me fui a trabajar con una sonrisa.
Cuando dejamos de hacer (y repetir) acciones por inercia ocurren cosas que no entendemos del todo: lo llamamos azar, pero sólo es la vida dándote un resultado diferente cuando tú actúas de modo también diferente. Casi casi resulta matemático.
En el mundo de la cocina, esta ley llamada AZAR está muy muy presente y en el mundo de la literatura… ¡ni te cuento! Veamos: en repostería, la diferencia entre una crema pastelera y una crema inglesa es de un ingrediente*. Lo que separa a una cuajada de un yogur es cuestión de tiempo (que el lácteo utiliza para fermentar). Asimismo, la diferencia entre un cuento y un álbum es difusa en no pocas ocasiones, incluso el argumento de una historia puede pasar de la alegría a la rabia en cuestión de una línea.
Las barreras entre lo conocido y lo desconocido son tan finas que se traspasan una y otra vez en todos los libros. Sin miedo a lo inesperado se escribe, se lee mucho mejor y se come mucho mejor.
AZAHAR
Dejando claro que hoy hablamos de cocina y de lectura, ponte el delantal y prepárate para degustar este cuento que va a hacer las delicias, literalmente, de toda la familia. Bienvenido a Diez gotitas de azar. Leyendas de recetas accidentadas, de Melina Barrera (al texto) y Miren Asiain Lora (a las ilustraciones), publicado por Periplo Ediciones.
Te he dado esta vuelta por mis rutinas, mis errores y aciertos, por la repostería y no sé cuántas cosas más… para presentarte este cuento que es un verdadero manjar de la literatura. Consta de diez anécdotas que narran las catástrofes o descuidos que acaban definiendo el plato típico de un lugar del mundo. Diez anécdotas, diez platos, diez culturas y, en todas, diez gotitas de azar.
Cada anécdota consta de tres partes: ilustración + relato corto + receta
Todo está narrado con sencillez y con un acento muy marcado típico de los chascarrillos de la abuela. La lectura de estas historias parece sacada directamente de las reuniones familiares (esas que ocurren alrededor de la lumbre o sentados sobre el regazo del abuelo) en las que los mayores cuentan leyendas y fábulas de antaño. Podrían ser reales, medio inventadas o completamente sacadas del imaginario popular, pero en todo caso, todas esas historias definen la cultura gastronómica de los pueblos y nos definen, por consecuencia, a nosotros mismos.
En conjunto, todo el cuento queda perfectamente combinado, como si fuera la preparación de un plato de sopa. Las ilustraciones acompañan a los relatos con una naturalidad digna de reconocimiento, no es fácil ilustrar diez “cuentos” distintos dentro de una misma publicación y que ninguno de los dibujos se salga del contexto, de ese hilo invisible que une a todos los relatos. En este caso, Miren Asiain Lora ha logrado que sus ilustraciones tengan el olor del azahar, que sean bellas e incluso poéticas. El azar, a modo de pequeños puntos de colores, queda suspendido sobre los trazos de cada ilustración. Los colores riman como lo hace un buen soneto ¡o un haiku! (ya me contarás si lees el relato sobre el origen del té). Los personajes se ven pequeñitos en comparación con los lugares donde suceden los acontecimientos; esto hace que todo esté representado en la misma escena, personajes, comida, azar, naturaleza, descuidos, palacios, casas, reyes, pucheros, ferias, iglesias, vientos de Levante…
AZAFRÁN
Los relatos nos hablan del mundo, de la sociedad, de reyes y cocineras, de damas y de frailes, de un mundo de contrastes que convive según las épocas o la geografía. En ellos, lo bonito es equivocarse, la creatividad que llega de haberse equivocado… cada uno de los diez cocineros de este cuento comete un error en la elaboración de su plato y gracias a ello ocurre la magia, o azar, o simplemente la vida. Es paradójico pero Diez gotitas de azar nos muestra que lo inesperado sabe mejor que aquello que repites por costumbre y no sabremos nunca por qué.
Te animo a que elabores alguna de las diez recetas que propone el libro. Yo hice lo propio con la Tarte Tatin y puedo decir, sin temor a exagerar, que cociné la mejor tarta Tatin jamás hecha por ningún repostero… ¡del mundo!
Las vueltas del azar pueden llevarte hasta la receta del arroz con azafrán, la tapa típica española, la invención del helado de cucurucho, los sabrosos y flameantes crêpes Suzette o las galletas con trocitos de chocolate. Estoy nombrando cada plato y ya me ha dado hambre, eso es lo único malo de esta lectura… ¡hay riesgo de sucumbir por empacho!
La editorial que edita esta maravilla es Periplo, una editorial argentina, pero me consta que está disponible en librerías españolas; de hecho, yo lo compré en la preciosa Librería Nemo (Albacete) por si alguien tiene interés.
Tú y yo, nos vemos en la página siguiente.
La diferencia básica entre la crema pastelera y la inglesa es que, al hacer la segunda, a la cocinera se le olvidó poner el espesante (harina) y le quedó rico que te mueres. ¡Olé ella! Crema pastelera, sus componentes básicos son:
- 1/2 litro de leche
- 4 yemas
- 2 o 3 cdas de maizena
- 1 cdta de vainilla
- 150 gramos de azúcar
¿Quieres más lecturas?
- RAMÍREZ LOZANO, JOSÉ A. y BLANCO, RIKI (2004): Sopa de sueño y otras recetas de cocoCINA, Kalandraka Ediciones Andalucía, 79pp.
- SERRES, ALAIN y ZAÜ (2008): Una cocina tan grande como el mundo, Kókinos, 61pp.
- NOB (2014): La cocina de Naneta, Dibbuks, 96pp.
- SENDAK, MAURICE (2014): La cocina de noche, Kalandraka Editora, 40pp.
Comment (1)
La suerte está en los libros – YoCuento
diciembre 22, 2021 at 10:29 am[…] MELINA y ASIAIN, LORA, MIREN (2018): Diez gotitas de azar, Periplo, 48 […]