Otros fomentos: acompañar en la cultura

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El verano es el mejor momento para todo. Cualquier afición necesita tiempo libre para poder sumergirte en ella. Sin embargo no todo es cuestión de tener tiempo sino de tener voluntad. ¿Y si para toda propuesta de lectura la respuesta es un “No quiero”? La lectura, por más esencial que nos parezca, es y debe ser un acto finalmente voluntario. 

En muchas ocasiones, sobre todo durante la infancia y juventud, nos vemos obligados a leer, ya sea por presión social, académica o familiar. Por supuesto que LEER es una de las acciones más importantes en el crecimiento y desarrollo de una persona. La lectura nos libera, nos permite encontrar, decidir y actuar de forma autónoma, amplía nuestros horizontes, elimina barreras físicas y psicológicas, nos ayuda a definirnos a nosotros mismos y a comprender cómo se definen los demás. Todo esto sin contar con que la lectura es un mero placer, una emoción para quien la descubre.

¿Querer leer?

Si tus niñas y niños, por no hablar ya de los jóvenes, no quieren leer: no les puedes obligar. La lectura perdería todo aquello que la hace fascinante, se quedaría en una herramienta tediosa que deben conocer para, sencillamente, manejarse en el día a día. En un inmenso verano lleno de tiempo libre, con todo por hacer que sea meridianamente opuesto al colegio, obligarles a leer es enfrentarles contra aquello que todavía no conocen. Otro día podemos abordar el tema de los “inmensos inviernos” con lecturas de libros impuestas y exámenes con nota sobre ellas.

Entonces ¿cunde el pánico? ¿Lo dejamos por imposible? ¿Hola, no future? ¿Cómo se equilibra el necesario fomento de la lectura con la necesaria voluntad lectora? 

Hay quien piensa que los libros son el único modo de cultivar el gusto por la lectura. Afortunadamente, creo yo, esto no es así. La clave está en cambiar el enfoque de varias ideas:

  • Cambiar el fomento por el acompañamiento: el fomento de la lectura está muy bien, yo por defecto lo llamo así para que todos nos entendamos mejor pero, en realidad, no fomentes, acompaña. Acompañar supone una actividad en paralelo que exige mucho más de ti y de mi que el fomento, pero da mejores resultados.
  • Cambiar el libro por toda manifestación de cultura: el libro es un eslabón más de esa cadena que nos hace crecer, pero hay muchos más. El libro es cultura, y como tal está rodeado de otras tantas manifestaciones culturales que son (o pueden ser) previas al mismo.

Por esta razón, si en vez de fomentar la lectura lo que hacemos es acompañar en la cultura, estaremos multiplicando las opciones. Así que, si ante la propuesta de una buena lectura veraniega recibes un “no quiero”, “paso”, “no me apetece nada” o “psss…” reserva ese ejército de libros, por el momento, y saca a la caballería. Aquí te doy cinco alternativas culturales que pueden enriquecer el conocimiento y la experiencia de una persona sin necesidad de leer un libro:

🎭 Saca entradas para ir al teatro: las artes escénicas, tanto el teatro como la danza, ofrecen una experiencia cultural única. En el teatro somos parte viva de una historia, de una emoción que es signo de la espontaneidad del directo.

🎨Organiza visitas a museos y galerías de arte: la oferta es infinita. Desde las obras maestras más clásicas, hasta piezas de movimientos artísticos actuales. Echando un vistazo a la variedad de exposiciones que hay en cualquier ciudad, diría que estamos ante una de las actividades más positivas para proponer a niños y jóvenes.

🎼Crea una lista compartida de música: para escuchar en casa o en algún viaje en coche durante las vacaciones. Hay aplicaciones que permiten compartir música y crear una playlist maravillosa. Llénala de música de todo tipo, ten en cuenta sus gustos. La música es movimiento dentro de nuestra mente, nos carga las pilas.

🧩Participar en talleres y clases culturales: muchas academias, empresas, entidades culturales o bibliotecas ofrecen talleres y clases especialmente pensadas para el verano. La programación veraniega es diversa en temáticas o público hacia el que va enfocado. No se trata solo de actividades para realizar entre cuatro paredes, hay muchísimas pensadas para sacarte de la ciudad y conectarte a la naturaleza, que también forma parte de nuestra cultura.

🎙Hacer el guion de un youtuber: esta propuesta te la adelanto aquí porque me parece una actividad divertidísima para el verano y que tiene más material del que puedas pensar. Hacer un guion, sea el que sea, ya es escribir. Acuérdate de que ya hablamos sobre la relación que tiene el hábito de la escritura con la propia lectura. Ambas cosas están íntimamente relacionadas. Si te paras a pensar un poco, pueden salir ideas geniales para un “canal” de vídeos casero y familiar, que no necesariamente tiene que acabar siendo público en redes sociales. Hablaremos de esta propuesta más adelante, ¿te parece?

🚲 Hay mil posibilidades más: documentales, películas, videojuegos…

Si después de escucharme piensas que a los niños y jóvenes no les gusta hacer estas cosas… cuidado, es síntoma de que les estás infravalorando por mucho que pueda llegar a ser (en parte) cierto. Estoy convencida de que algunas de estas ideas las vais a poder realizar y disfrutar. Solo tienes que echarle ganas, contar con sus gustos y participar junto a ellos.

Para terminar, diré que (en más ocasiones de las que reconocemos) no hacemos estas cosas por falta de ganas o tiempo nuestra, de los adultos. Cuando esa idea me ronda la cabeza, comienzo a pensar que quienes necesitamos más cultura somos nosotros. Y es que el acompañamiento/fomento, o como quieras llamarlo, de la lectura ni tiene edad ni acaba nunca.

Volveremos a la carga pronto, nos leemos en la página siguiente

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