El hombrecillo de papel

PIN

En un mundo donde la información corre como si fuese un torrente inagotable, saber nadar y sumergirse en las noticias diarias se ha convertido en parte esencial de nuestra rutina. Cada vez que abrimos cualquier dispositivo electrónico y se llena nuestra cabeza de interminables, a veces contradictorios, titulares que compiten por nuestra atención. Sin embargo, la verdadera pregunta que deberíamos hacernos es: ¿cuánto de esta información es realmente necesaria y fiable?

Si sigues leyendo vas a encontrar una historia preciosa y, a la vez, un cruce de caminos en el que es crucial que sepamos distinguir lo veraz de lo ficticio, lo sólido y lo efímero. Acompáñame en el encuentro de este librito tan pequeño como bonito, escrito e ilustrado por Fernando Alonso. Hablemos sin tapujos sobre la importancia de no dar por sentado lo que leemos, bienvenidos a: El hombrecillo de papel.

El libro que hoy te recomiendo es algo más escurridizo de lo normal, se trata de una historia que ya tiene algún tiempo y diría que actualmente se encuentra descatalogado pero puedes encontrarlo en Bibliotecas Públicas con total seguridad o en librerías de segunda mano. De todas formas, Fernando Alonso tiene una amplísima bibliografía de álbumes y cuentos propios que te encantará a cada cual más; de esto estoy convencida.

Fernando Alonso es la virtud hecha escritor de Literatura infantil. Su estilo marca todas sus narraciones, poniendo el foco en sus lectores más pequeños ganando siempre SIEMPRE su complicidad y su entusiasmo por no tomarles por cosas que no son. Sus obras tienen diferentes estados interpretativos y esto hace que puedan ser disfrutadas a cualquier edad. Es de nuestros autores nacionales favoritos, y aunque ningún niño o niña reconoce sus álbumes o cuentos por el nombre de su autor o ilustrador (estos datos más bien les importan un pimiento) sí que reconocen cuando una pluma sabe escribir para ellos.

La historia que hoy tengo entre las manos fue escrita en 1978 y así, sin grandes golpes de pecho, como si pareciera fácil, formó parte de la Lista de Honor Especial del Premio Internacional H. C. Andersen, en 1979.

El hombrecillo de papel es una narración en la que un personaje creado con papel de periódico, por una niña, cobra vida y comienza a relacionarse con los niños y niñas de su entorno. Le va cogiendo el gusto a esto de vivir, y desde luego. su punto fuerte son las palabras que lleva dentro, así que para presentarse y causar buena impresión, va relatando a sus nuevos amigos todas las noticias de las que está fabricado.

La buena intención del hombrecillo de papel no impide que los niños y niñas salgan espantados al relatarles las historias que él conoce: guerra, hambres, catástrofes… Para solucionarlo, el hombrecillo acude a la lavandería y cuando sale de allí está limpio de palabras pero también vacío. Es así como nuestro celuloso protagonista se encuentra solo y desorientado ante un mundo que aun no conoce de verdad.

¡Ay, hombrecillo! ¿De qué tipo de papel estás hecho que tienes tantas historias llenas de maldad? ¿Por qué tus recuerdos son noticias que pesan tanto en la memoria?

Si este texto se escribiera actualmente, diríamos que el hombrecillo de papel está lleno de malas y feas noticias, de historias que pueden incluso ser mentira. Estas últimas proliferan en nuestra prensa como champiñones en el monte. Si de algo estamos hartos en nuestro día a día es de las «fake news» y la sobre-información vacía, vaga, sin mediación ni reflexión; es una carga que arrastramos, una amenaza a la libertad, al acceso a la información y la posibilidad de un criterio autónomo. Somos una generación hiperinformada en un mundo infradevaluado en muchos aspectos y de esto (para mí) va El hombrecillo de papel.

¿Hay lado positivo?

Desde luego que lo hay. Como siempre digo: no pienso desvelarte el final, pero al igual que el protagonista de este relato, solo debemos cambiar la perspectiva. Para ello habrá que convertir amenazas en aliados.. ¿Cómo?

  1. Ningún tema es tabú: que el miedo no nos paralice a la hora de buscar nuestra información. No podemos obviar que vivimos en un mundo en el que hay malas, desastrosas, horribles noticias, noticias muy tristes, que no podemos dejar de nombrar solo por el hecho de ser tristes. Solo la tristeza es punto de partida hacia las soluciones que se necesitan.
  2. Pon el foco en lo original: por ejemplo, lee esta reseña pero no te quedes en ella, ve al original. No confíes plenamente en lo que te cuentan sobre los libros, léelos y saca tus propias conclusiones. Acude a la forma más original posible de las palabras, pinturas, música y demás aspectos que conforman la cultura.
  3. Escucha distintas voces: si siempre escuchamos lo mismo no avanzaremos nunca. Quedarse a escuchar o leer una opinión que ya tenemos es de cobardes (perdón por el atrevimiento). Hay muchos matices que encontrarle una información, así pues, habrá que encontrarlos en diferentes medios, en diferentes autores, en diferentes partes del mundo.

La información, junto con nuestro aprendizaje, puede marcarnos de por vida y la mejor manera. Es un reto pero tú lo sabes tan bien como yo, porque sino no estarías leyendo este blog. No hay un momento mejor que hoy para experimentar la facilidad que de descubrir toda experiencia cultural, artística, científica, filosófica… Es ahora el momento de la palabra, en su sentido más amplio, la palabra escrita o hablada, descubierta, esculpida, dibujada, experimentada, cuantificada, transmitida de generación en generación y recogida para «uso» de todos.

Hemos empezado hablando de un cuento corto y ya con algunos años pero su historia nos ha llevado a reconocer que estar bien informados es más que una elección; es una necesidad imperante en un mundo donde la verdad a menudo se esconde detrás de los destellos de titulares llamativos y las fuentes poco fiables como los que poblaban la piel del hombrecillo de papel.

Si logras hacerte con El hombrecillo de papel, de Fernando Alonso, te darás cuenta de que todo esto que te he dicho es la verdad… o no, quizás piensas que son conclusiones equivocadas. En todo caso, espero que podamos compartir opiniones entorno a este y otros debates.

Sobre todo, lo que espero es que nos veamos en la página siguiente.

 

NOTA: la ilustración de la cabecera es un detalle de una de las páginas interiores de El hombrecillo de papel, obra de Fernando Alonso.

You May also Like
Cuento de Otoño. El Seto de las Zarzas
Oso cazamariposas
El violín de Patrick
Caracol
Todos los días son buenos
Petit, el monstruo

Leave Your Comments