Llega diciembre, luces por todos lados, encuentros, balances, regalos que buscan dejar huella en aquellos que más nos importan. En este tiempo, cuando el calor de una buena historia podría competir con el de una chimenea encendida, hay pocas cosas tan idóneas como regalar (o autoregalarse) literatura infantil. Además, comparto contigo un secreto: los cuentos y álbumes ilustrados no son solo para gente menuda; hay adultos con mucha infancia, o muchas infancias, por vivir. Así que este año es el año, tanto si tienes peques alrededor como si no… que no falten los cuentos en tu carta a SS.MM. Reyes de Oriente o al bueno de Santa, please!
La Navidad se convierte en la excusa perfecta para sorprender con historias valientes, divertidas y singulares, de esas que pueden arrancar una sonrisa o plantar la semilla de un interrogante nuevo, o que sea búsqueda y encuentro… o sencillamente de esas que te hacen feliz por lo divertidas que son. Tal y como ya pasó en el mes de noviembre, hoy vengo con doce propuestas (muy top) para llenar diciembre de buena lectura. Y como doce es un número muy cortito con respecto a todas las posibilidades que tienes en cualquier librería, la semana que viene te daré otras doce. ¡Dos por el precio de una, el no va más!
Entre las propuestas hay aventuras únicas, historias que te transportarán a lugares que ni siquiera habías imaginado. Algunos álbumes ilustrados abordan temas complejos porque la lectura debe ser valiente, sin complejos: aquí hablamos de todo, no hay temas menores, no hay temas demasiado elevados para tal o cual edad, algunas lecturas son incluso recordatorio de que todos podemos ser héroes de nuestras propias vidas. Tampoco pueden faltar las risas, los libros que nos hacen relajarnos del todo con sus aventuras disparatadas, personajes traviesos y situaciones inesperadas.
Ya lo sabes, este diciembre, no te olvides de la lectura. No hay mejor regalo que una pequeña biblioteca personal que crezca con nosotros, que nos haga sentir, soñar y recordar que la literatura es, también, un refugio. Haz de esta Navidad un momento de cuentos, de los que se leen bajo una manta y de los que se comparten alrededor del árbol.
¡Nos vemos en la página siguiente!