El misterio de la habitación sin libros

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El derecho del niño a leer cosas que se adapten a sus gustos debe recalcarse más que nunca en nuestros tiempos, en los que todo se sumerge en la cultura de masas.

Heinrich Wolgast

Siempre hay una primera piedra, un primer ladrillo al que le siguen todos los demás. 

Como si de una gran edificación se tratara, el gusto por la lectura es un proyecto que requiere planos, medidas, diseño de contrafuertes para poder ganar en altura y búsqueda de materiales adecuados para cada parte.  

La cuestión importante es que ya sea la construcción de una pirámide, una catedral, ni tipi, una casita de campo o un rascacielos, siempre hay un primer ladrillo, un primer palo de madera o una primera viga donde no había nada. Para comenzar a construir algo es esencial que haya un terreno libre para ello. 

De lienzos vacuos salen las obras de arte. De espacios vacíos, de pronto, surgen los rascacielos.

Y así comenzamos a vivir, y como todo en la vida, así comenzamos a leer.

Cada vez que hablo sobre fomento de lectura pienso que no hay otra manera de comenzar que partiendo de la nada. Toda persona lectora ha comenzado a serlo por un primer libro, uno suyo y que no tiene por qué quedar grabado en su memoria ya que, en esa temprana etapa, hay demasiados primeros estímulos como para recordarlos todos. 

Para que el camino de la lectura sea gratificante y sea un caminar hacia delante hay un truco que puede ayudarte. 

La habitación sin libros

Imagina una habitación, puede ser infantil o no, simplemente es una habitación como una cama, un armario, una mesa con una lamparita y al lado estanterías de madera.

La habitación tiene algunos objetos de decoración pero cuando te fijas con detenimiento te das cuenta de que no hay ni un libro. Ni un solo libro. No sabemos qué edad tiene la persona que allí duerme pero no tiene libros en sus estanterías, ni tiene libro a medio leer en su mesita de noche. No hay cuentos encima de la mesa de estudio ni siquiera encima de la cama que estén a punto de ser leídos. 

Bien podría parecernos una tristeza de habitación. Pero imagina que volvemos, con nuestra mente, a la misma habitación una semana después.

Entonces encontramos un cuento en la estantería y otro encima de la mesita de noche. A la semana siguiente hay cuatro cuentos en la estantería y uno encima de la cama. Al final la habitación se llena de lecturas, como en un terreno vacío aparecen de pronto los cimientos y poco a poco se van convirtiendo en una casa. 

Si quieres convertir la lectura de una persona en un camino constructivo y personal, NO llenes la habitación de cuentos o libros que NO se HA LEÍDO. Es como si lleno mi salón de trofeos que nunca he ganado, en deportes que ni siquiera practico. La habitación de un niño o niña, al igual que su aula en la escuela, es su mundo particular y allí deberían entrar sus lecturas, las que le han enriquecido, así como en tu salón solo debería tener aquellos libros que tú has leído o piensas leer en breve. 

De este modo, la habitación o el aula será reflejo de su propio crecimiento, de pronto habrá tantas piedras que habrá que retirar algunas y cambiarlas por algunas de otro material más avanzado. Las estanterías de libros y cuentos no son inertes, tienen vida y crecen con nosotros desde el mismo momento en que nacemos. 

Apunta estas tres claves, te aseguro que pueden ayudarte a marcar bien el camino:

    LLENANDO EL ESPACIO

    Cuando la niña/el niño llegue a la edad en que comienza a leer sílabas guarda todos los cuentos que de bebé le has leído tú. Guárdalos en un armario y comienza el camino de nuevo. Vuelve a colocar en SU estantería aquellos cuentos vaya leyendo ella/él. De igual modo ocurre con los jóvenes a partir de 7-8 años (y a partir de los 12 muchos más), a lo mejor es el momento de quitar y llevar a otro lado sus cuentos infantiles, a lo mejor es hora de empezar de cero en la lectura y comenzar un viaje nuevo.

    TU EJEMPLO

    Haz de tu propia habitación o salón una biblioteca con los libros que tú has leído. Tú ejemplo es su mejor espejo. Algún día podréis compartir biblioteca, y será el mejor indicio.

    DEDICACIÓN

    Es importantísimo reservar un tiempo semanal determinado para revisar su biblioteca, ¿qué falta? ¿Qué le ha gustado más? ¿Qué le ha gustado menos? En base a lo que resulte de esta revisión podéis ir a la librería o a la biblioteca con la mente más clara. 

    Todo eso para decirte que cuando una persona comienza su propio camino lector es conveniente hacerlo de modo personal, un camino propio que solo puede ser andado por esa persona. Notar que vas llenando tu espacio de lectura, comprobarlo cada semana o mes de forma física en el aumento de tus libros es una satisfacción tan grande como un trofeo.

    Una buena forma de comprobar el avance de toda la familia con la lectura es hacerse con un ex libris, yo tengo uno y aconsejo muchísimo que se adquieran porque es una forma preciosa de marcar un cuento o libro, una forma muy sencilla que no daña al libro físicamente pero que deja en él un recuerdo imborrable que, años más tarde, se puede agradecer.

    ¡Nos vemos en la página siguiente!


    ¿Quieres más lecturas?

    Los libros o artículos que propongo a continuación no tienen por qué estar necesariamente relacionados con el contenido del artículo, aunque sí lo hacen de forma indirecta. Se trata de lecturas paralelas que pueden completar proyectos educativos e ideas y que, sin duda, son interesantes para su estudio.

    • PLATÓN, (2007): Paideia; Protágoras, de La República y de Las Leyes. Madrid, editorial Biblioteca Nueva. 217 p.
    • HERNÁNDEZ, CRUZ A. y GUÁRATE, ANA Y. (2017): Modelos didácticos para situaciones y contextos de aprendizaje. Madrid, editorial Narcea. 192 p.
    • KNUDSEN, MICHELLE y HAWKES, KEVIN (2007): León de biblioteca. Barcelona, editorial Ekaré. 49 p.

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