Cuando pensamos en escribir poesía o enseñar poesía a los peques, lo primero que suele venir a la mente es la rima. Sin embargo, el ritmo, la musicalidad y la estructura de los versos van mucho más allá. En el artículo de hoy compartiremos una guía básica a través de cuatro conceptos que van a descubrirte la forma en que la poesía se mueve a ritmo de las palabras, cómo encajan las sílabas y el flow que pasa de una a otra sin apenas darte cuenta. ¿Te atreves?
Usando la escritura
No suelo hacer balances, no suelo hacer propósitos y cuando los hago nunca los cumplo. Será rebeldía inconsciente o sencillamente que el pasar de los días me lleva hacia otros objetivos, otros tiempos y nunca me acuerdo de ponerme excusas. Estas líneas que escribo son mis propósitos para este 2024, así sin orden ni concierto.
Prepárate porque vengo con una combinación muy rica de verano, palabras, aire fresco y diversión. Te propongo involucrar a tus niños y niñas en la elaboración de recetas sabrosas y sencillas para estimular su creatividad, enriquecer su vocabulario y fortalecer sus habilidades organizativas. Aunque también pude ser que todo esto sea una vaga excusa para pasar un buen rato, mancharnos el mandil de cualquier potingue y comenzar algo que se parezca a un diario original.
¿Por qué no fomentamos la escritura? Entendemos que para la creación escritora hace falta una estructura cultural que conecte no solo nuestros conocimientos, sino también nuestras experiencias. Y seguramente pensamos que es complicado, que no van a tener ganas, que no les resultará interesante, que si no se divierten no les gustará o cualquier otra excusa tan absurda como pensar que no sabrán hacerlo. Esto puede ser cierto pero creo que una vez más, y es una percepción personal, infravaloramos a las niñas y niños, por no decir también a los adolescentes y jóvenes.