Qué maravilla contar con una autora así entre las filas de la LIJ. Jill Barklem, escritora e ilustradora británica, dejó una huella imborrable en la literatura infantil con su delicada serie Brambly Hedge (traducida como El Seto de las Zarzas). En sus páginas, encontramos un mundo detallado y nostálgico que recuerda a una Inglaterra rural y bucólica, una vida que para los años 80 y 90, cuando publicó sus primeros libros, ya empezaba a desaparecer en la realidad, pero que en su obra permanecía viva. Esta conexión con la naturaleza y el deseo de preservar formas de vida tradicionales es uno de los puntos clave de su impacto en la literatura infantil.
Barklem creció en Londres, pero su fascinación por el campo inglés comenzó desde joven y fue en su etapa de estudiante en el St. Martin’s School of Art donde decidió canalizar este amor a través de la ilustración. Influenciada por autores como Beatrix Potter, Barklem se dedicó a recrear minuciosamente no solo los paisajes, sino también la vida comunitaria de sus pequeños personajes, los ratones de Brambly Hedge. Tanto Potter como Barklem pueden parecerte obras similares, ambas autoras usaban animales antropomorfizados en sus historias, Beatrix Potter era conocida por sus acuarelas, mientras que Barklem empleaba lápiz y técnicas mixtas para lograr un nivel de detalle que sigue fascinando tanto en las etapas infantiles como las posteriores.
Los cuentos de El Seto de las Zarzas, entre otros títulos, presentan una serie de aventuras estacionales: Otoño, Invierno, Primavera y Verano. ¿Cómo no? Hoy leeremos el cuento dedicado al otoño, pero más allá de las estaciones, lo que realmente conecta a sus relatos es la celebración de la vida en comunidad con un profundo respeto por la naturaleza. En medio de la campiña inglesa surgen las mejores historias para contar, ¿las protagonizan humanos? No, no, si miramos más abajo, en las raíces que pisan nuestros pies están las buenas historias que suelen oler a sopa de calabaza en octubre.
En este sentido, Barklem también comparte similitudes con autores como Kenneth Grahame, autor de: El viento en los sauces, ilustrado por E.H. Shepard, en la manera en que crea un refugio literario donde la vida avanza a un ritmo pausado y los valores tradicionales como la cooperación y la sencillez son el centro. Una vida que crece al lado de la vida humana, de la que no somos conscientes (pero que podría existir, según sus autores) y que nos develan una forma más respetuosa de convivir.
Su obra llega en un momento en que la industrialización y la expansión urbana estaban transformando Inglaterra, lo que añade un matiz nostálgico a sus libros. Es posible ver cómo sus historias reflejan un anhelo por un mundo más sencillo y ecológico, un deseo de conectar con la tierra y con los pequeños placeres de la vida rural. Esta idea, resonó en sus primeros lectores pero lo maravilloso es que sigue haciéndolo actualmente. Este fin de semana, mi sobrina me comentaba lo mucho que le habían gustado las historias de Invierno y Otoño. De este modo, Barklem captura una sensación de atemporalidad en su obra, una conexión con épocas pasadas pero con un mensaje que sigue siendo importantísimo.
¿Te apetece leerlo? Voy a poner un té y seguimos porque esta lectura se lee mejor así.
Cuento de Otoño es de esas historias que envuelven al lector en la magia de los detalles. Leerlo es como sentir que ves caer las hojas de los árboles, que notas ese olor a bosque, la humedad de la tierra cuando llueve, el dulce de la mermelada de zarzamoras… Está claro que estás a un paso de ser testigo silencioso de estos ratoncitos.
El otoño tiñe la campiña y los habitantes de El Seto de las Zarzas se afanan para la recogida de frutos y provisiones para el invierno, va a anochecer y deben apurarse para volver a casa. La joven Rosalía no puede distraerse si quiere llegar con la luz del día a su casa. Pero claro, su espíritu siempre curioso, mezclado con la seguridad que tiene al transitar el bosque, le llevan a alejarse del camino y sorprenderse encontrando lugares y casitas que no conocía. Sin embargo, lo desconocido es una moneda de dos caras, fascinante y peligroso; irremediablemente, Rosalía se pierde en un enorme laberinto del que no sabe salir rápidamente. La noche cae y Rosalía se encuentra perdida… ¿Crees que la pérdida de Rosalía pasa desapercibida entre los ratoncitos? No te descubro nada si te adelanto que no, pero no quiero desvelarte toda la historia. ¡¡Menudo spoiler sería!!
Una comunidad
Barklem, fiel a su estilo, utiliza cada página para crear un mundo cálido y envolvente, repleto de ilustraciones meticulosas que nos transportan a ese mundo paralelo, tan detallado, que parece estar vivo; es imposible no detenerse en las minuciosas descripciones de cada hoja, bellota y seta que nos encontramos. La lectura, me parece a mí, se vuelve una invitación a salir al bosque, a explorar por nosotros mismos e imaginar nuestros propios relatos.
La trama es ligera y alegre, una metáfora de la vida en comunidad que nos recuerda cómo podemos ayudarnos unos a otros ante los problemas y, por supuesto del mismo modo, celebrar los buenos momentos. Aquí nadie está relegado, todos participan activamente, todos tienen su misión, su motivo. Cada personaje es tan importante como la protagonista de la historia y eso es algo que me gusta muchísimo de esta autora.
En realidad, el argumento es una “excusa” para recordar que el otoño es una estación de cambios y de preparación, la transición natural entre una vida y otra, por eso sus los habitantes del Seto de las Zarzas hacen buen acopio de alimentos para los meses de intenso frío. Aquí cada tarea se realiza con amor y propósito, todo tiene su tiempo y se le dedica atención porque va en favor de toda la comunidad. Las tareas más pequeñas, esas que a las personas no nos gustan por ser invisibles, aquí son valoradas.
Para quienes disfrutan de los libros infantiles que van más allá de la simple narración, Cuento de Otoño es un recordatorio de la belleza de los ciclos naturales y del valor de una vida conectada a la tierra, al bosque más concretamente en la mayoría de obras de Barklem. Aunque también nos puede sorprender el mar…
Color otoño
Lo que me enamora de este librito, entre muchas más cosas, es la paleta cálida y terrosa que evoca toda la calma y el recogimiento. Los ocres, marrones, naranjas y verdes musgo impregnan cada escena, desde las hojas caídas hasta los detalles más pequeños de las madrigueras de los ratones. Barklem emplea una gama de tonos que resalta los matices naturales del bosque en otoño, logrando que cada ilustración refleje una luz suave y el ambiente acogedor de esta estación. ¿Sientes el crujir de las hojas bajo los pies y el aire fresco de la temporada?
En su obra en general, Barklem tiende a asociar los colores no solo con los cambios de estación, sino también con el estado de ánimo de sus personajes y el ambiente de sus escenas. En cada uno de sus libros, adapta la paleta para reflejar la estación específica, logrando que los tonos naturales sean protagonistas y reflejen la esencia del ciclo de vida. En sus historias de verano, los tonos son más brillantes y llenos de vida, mientras que en invierno predominan los blancos y azules que sugieren el silencio y la calma.
Lo más maravilloso es el legado que ha dejado en la literatura infantil tanto por sus historias como por sus ilustraciones, la forma en que invita a niñas y niños a observar a su alrededor para encontrar lo escondido. A través de su obra, Barklem se aseguró un lugar entre los autores clásicos, Beatrix Potter, Kenneth Grahame (que ya los mencioné anteriormente) o Richard Scarry (autor de Soy un conejo), que también supieron conectar con la imaginación infantil utilizando animales como protagonistas en mundos tan complejos como los nuestros.
Seguro que no te descubro nada nuevo, pero solo con la posibilidad de que estos libritos te hayan pasado desapercibidos sería imperdonable. ¿Los has leído? ¿Los pudiste disfrutar en tu infancia o ha sido más tarde cuando los has descubierto? Me encantaría saber cómo llegaste al mundo de esta escritora e ilustradora que tan marcados nos dejó con sus libritos.
Con la nueva edición de Blackie Books vas a renovar tu biblioteca pero sin abandonar el sabor de los clásicos. ¡Hazte con toda la colección! Los tienes en cualquier librería o biblioteca pública listos para que formen parte de vuestras lecturas y puedan acompañar a otras tantas generaciones en el futuro. De todas formas, si te gustan los libros en los que se descubre la cotidianeidad de los animales, puede que te interese El león y el pájaro, de Marianne Dubuc, una historia preciosa con sabor a clásico.
Si tienes Instagram te espero por allí, llenando los días de poemas.
Nos vemos en la página siguiente.