La lectura infinita: en voz alta

PIN

“El tiempo de la escritura es finito. Pero el tiempo de la lectura es infinito. Y así, el significado de un libro no está detrás de nosotros : su cara nos mira desde el porvenir.” Carlos Fuentes.

Pensamos que la lectura es solo un acto interior, individual y silencioso pero no es así o no tiene por qué ser así. Si vencemos el terror escénico y leemos en voz alta, todas las palabras, eso que llamamos lenguaje cobra un nuevo sentido. La lectura en voz alta nos puede proporcionar momentos inolvidables, tanto si leemos para nosotros mismos como si leemos para un público adulto, juvenil o infantil. Si tu caso es el segundo y quieres organizar una actividad de lectura en voz alta en casa, en el aula, en la biblioteca o en la librería… donde sea, no olvides que esta debe ser voluntaria, adecuada, consensuada, activa, participativa y calmada.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, organizar una sesión de lectura en voz alta es tan gratificante como necesaria. ¿Por qué?

  1. Si yo leo, tú escuchas: leer en voz alta puede ser un acto impulsivo, se puede estar frente a un buen libro o un buen poema y reaccionar emocionalmente leyendo algún verso en voz alta o algún párrafo que nos haya llamado la atención. Pero también puede ser una acción meditada y preparada que nos aporte una relación positiva de ida y vuelta. Dos o más personas participan y se implican en una misma acción reflexiva. “Yo leo – Tú escuchas” significa que ambas partes son motor esencial de la narración.
  2. 1. Mi tiempo es tu tiempo: algo valiosísimo que, curiosamente, todos creemos no tener: el tiempo. Si compartimos un rato de lectura en voz alta estaremos actuando de forma conjunta y nos dedicaremos tiempo. Muchas veces nos preguntamos cómo podemos fomentar en el hábito lector y uno de los puntos fuertes es este mismo: dedícale tiempo. Las excusas no valen.
  3. 2. La voz es nuestra: la voz es nuestro reflejo, transmite nuestra emoción sin apenas darnos cuenta y tiene un potencial del que aún no somos plenamente conscientes. Con la voz disuadimos, sorprendemos, asustamos, hacemos reír o damos vida a otras personalidades que, a su vez, están escritas por otra persona. De la misma forma que existe esa conexión escritor-lector, la hay entre narrador-audiencia. Esto puede parecer poca cosa pero, en el fondo, lo que hacemos es reforzar nuestra capacidad para comunicarnos más allá de la lectura, cuando cerramos el libro. La modulación de la voz puede desarrollar una sensación placentera, casi adictiva, llamada eufonía. ¿No sabes lo que es? Aquí te explico lo que es la eufonía.
  4. 3. La importancia de escuchar: es uno de los aprendizajes más valiosos que haremos a lo largo de la vida. Se trata de una competencia que se adquiere en la infancia y si no se ejercita, como todo músculo, se contrae hasta que no deja lugar a movimientos naturales. La escucha que se practica de forma consciente deja un poso mucho mayor en nosotros; es comprensión, relación, crítica y elaboración de ideas propias. Lo que entra por el oído, la cabeza lo asimila y lo compara con lo que ya ha aprendido anteriormente. En fin, es un proceso complejo pero que tiene su lógica y su entrenamiento.

Si quieres pasarte por la cuenta de Instagram, allí te he dejado el comienzo de Marcelín, de Sempé (Blackie Books). Te lo leo en voz alta para que escuches y pueda nacerte el gusanillo de completarlo, así crearemos una lectura infinita.

Nos vemos en la página siguiente.

Leave Your Comments