Pensamos que la lectura es solo un acto interior, individual y silencioso pero no es así o no tiene por qué ser así. Si vencemos el terror escénico y leemos en voz alta, todas las palabras, eso que llamamos lenguaje cobra un nuevo sentido. La lectura en voz alta nos puede proporcionar momentos inolvidables, tanto si leemos para nosotros mismos como si leemos para un público adulto, juvenil o infantil.