Cada tarde, durante el camino del sol hacia su puesta definitiva, Gus se prepara para salir de casa. Duerme cuando los demás agitan sus frenéticas vidas y trabaja cuando las voluntades se adormecen. Es hombre de campo, sencillo, rutinario y con dosis elevadas de optimismo. Vive en la ciudad aunque ésta le trae sin cuidado.