Lejano clavicordio que en silencio y olvido
no diste nunca al sueño la sublime sonata,
huérfano esquife, árbol insigne, obscuro nido
que suavizó la noche de dulzura de plata...
Ahora contempla la posibilidad de que, a través de las páginas de algunos cuentos, puedan pasar cosas extraordinarias. El título que voy a presentarte en esta reseña lo tiene muy claro, en el silencio podemos escuchar una canción: nuestra canción.