Reseña: Inside my hair
“y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son”
Los flamencos leen por la noche
La gente corre tanto | porque no sabe dónde va, | el que sabe dónde va, | va despacio | para paladear | el 'ir llegando'.
Cuentos como guiños
Pero para terminar de captar la extravagancia de este pequeño verbo hay que percatarse de otro detalle. El significado de guiñar encierra de por sí la noción de ‘ojo’. Si utilizáramos este verbo aislado, sin añadirle un objeto, ya nos tendrían que entender. ¿Qué vamos a guiñar si no guiñamos el ojo?
¿Has probado a guiñar una mano? Si lo has intentado habrá sido un fracaso absoluto. Desde Blog de Lengua, nos recuerdan que el verbo “guiñar” es una excepción maravillosa a un lenguaje que cambia permanentemente y que está inducido a la practicidad.
Lo que la Navidad me enseñó de la lectura
Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año.
¿La Navidad nos cambia? Siempre he creído que cada cual es como es durante todo el año y que, en estas fechas, no cambiamos sino que toca hacer cosas distintas al resto. Parar, empezar de nuevo y reunirse con toda la familia, eso es lo extraño en este mundo.
Jóvenes pero clásicos
«¿Por qué a los jóvenes no les gusta leer clásicos?«
Cuando eres librera y, de pronto, te encuentras con que un cliente te suelta esa pregunta… digamos que no sabes qué cara poner. En realidad es una pregunta que suelen hacerme desde diversos flancos. Lo primero que se me ocurre es pensar que a los jóvenes les gusta leer clásicos tanto como los adultos; si un lector joven se aburre leyendo clásicos: no le estás dando el clásico que debería leer o no se lo estás ofreciendo del modo correcto. Así de simple.
La lectura y las expectativas, una barrera inútil
Nunca vivimos; siempre estamos en la expectativa de vivir.
Hace no tanto tiempo los oficios se heredaban, pasaban de generación en generación dando lugar a largas sagas de barberos, por ejemplo, fotógrafos, abogados, ceramistas… y la lista podría ser tan extensa como aburrida. Antiguamente, las expectativas laborales que recaían en los hijos tocaban todos los oficios, pero algunas veces estos se resisten a la (auto-)imposición.
Las lecturas afines y las galletas ricas
Si llega a tus manos un cuento o un libro que ha sido todo un acierto no quieres soltarlo. Una lectura que se haya disfrutado en familia hasta la saciedad es algo tan mágico que cuando volvemos a la librería la pregunta es inevitable…
«Tenemos en casa Untítulocualquiera y no sabes cuánto le gusta al peque, ¿tienes algo que sea parecido?»
Comprender es coger impulso para leer
Leer es comprender, y comprender es un proceso de construcción de significados acerca del texto que pretendemos compreender.
Voy a compartir contigo una inquietud. Cada vez que quiero buscar fotos de niños y niñas leyendo, aparecen en la pantalla infinidad de imágenes raras, raras pero que muy raras. Haz una simple búsqueda en el amigo Google de “niños reales leyendo” y comprueba los resultados. La mayoría (¡no todas!) de las instantáneas que aparecen me hacen arquear las cejas, niños muy pequeños leyendo libros realmente enormes.
Encestar en el fomento de la lectura
Me gustan las palabras. Me gusta bajar por la mañana a comprarlas, y elegirlas una a una, como si fueran albaricoques maduros. Nunca se sabe qué palabras van a necesitarse a lo largo del día.
Voy a dejar clara mi opinión desde la primera línea de este artículo. Sobre el “fomento de la lectura” lo único que puedo decir es que no debemos fomentar, debemos leer para que otros lo vean y decidan hacer lo mismo.