La naturaleza no es un lugar para visitar, es el hogar.
Uno de los últimos reductos del planeta en el que los animales se mueven en libertad son los libros. Parece que no les queda otra salida que las páginas, como un último intento de preservar sus huellas, sus hábitats, sus rugidos, sus graznidos o sus golpes al picotear en la madera de los árboles. Hay libros que son auténticos desafíos a nuestra propia libertad, desafíos que vienen con el viento que sopla del norte. Prepara tu equipaje.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios así como para obtener estadísticas anónimas de uso de la web. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información. Quiero más información.